La enseñanza debería ir enfocada a eso que realmente les fascina a nuestros propios hijos. Se debe motivarlos, transformarnos en dicha luz inagotable que les posibilite desarrollar al mayor sus capacidades.
En este artículo sobre la educación actual, te enfocamos a que eduquemos a nuestros propios hijos para un mundo que no existe, donde los sistemas y actividades, funcionan y se adaptan de una manera bastante distinta a eso que les hemos enseñado.
Nuestros propios niños y adolescentes son como cohetes espaciales, gigantes, poderosos bastante sofisticados.
Alcanzan velocidades inusitadas, en ocasiones difíciles de guiar, por consiguiente aquellas naves requieren bastante buenos pilotos y excelentes sistemas de control, en ocasiones se lanzan sin pruebas, por lo que además requieren una buena preparación y una buena programación, con un combustible conforme que les posibilite tener la correcta ignición.